Todos conocemos el problema. Y también el diagnóstico, pero faltan soluciones. Desde España Mejor, proponemos una “Una política de vivienda realista” y la hemos registrado en el Congreso, a la espera de que nuestros representantes políticos nos escuchen.

Centrada en el alquiler asequible, la propuesta de vivienda de España Mejor apuesta por la puesta a disposición del mercado de 700.000 viviendas de alquiler para hacer frente al déficit actual en nuestro país, donde se forman más del doble de hogares al año.

El documento incluye una batería de más de 30 medidas legislativas, fiscales, sectoriales y de política económica en general. Asimismo, destaca el papel del Estado como movilizador de recursos y no sólo financiador.

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Julio Vinuesa,Catredrático de Geografía Humana UAM

El problema de la vivienda es crónico y universal. Sus causas y sus efectos tienen una gran complejidad, se manifiesta por la imposibilidad o la dificultad de satisfacer el derecho humano a disfrutar de una vivienda digna y adecuada, y será tanto más grave cuanto más amplias sean las capas sociales que lo padecen. Los desajustes entre las necesidades de vivienda y la capacidad del parque residencial para satisfacerlas se producen fundamentalmente por la evolución de los precios de la vivienda por encima de la capacidad de renta de los hogares. A la hora de tratarlo habrá que intentar corregir la escasez de oferta de viviendas adecuadas y asequibles para las nuevas necesidades de una sociedad en profunda transformación. En España desde mediados del siglo pasado se va consolidando un sistema residencial caracterizado por: políticas de apoyo a la compra, un sector inmobiliario con un gran peso en la economía y unas finanzas públicas con gran dependencia de los ingresos obtenidos por la promoción inmobiliaria y por la compra-venta de viviendas. Un sistema de provisión de vivienda en el que han coincidido las estrategias de los poderes públicos y los agentes económicos, y que ha conducido a una sociedad con más de un 80% de hogares propietarios. Durante decenios se ha dado la espalda al alquiler y la compra de vivienda se ha convertido en una necesidad en sí misma. Se ha consolidado el modelo de la vivienda en propiedad “para toda la vida”, como forma de ahorro e inversión rentable que aporta seguridad. Pero este sistema, fuertemente arraigado, se ha mostrado ineficaz para garantizar el derecho universal a disponer de una vivienda digna, adecuada y asequible, especialmente para las generaciones jóvenes y para la población inmigrante (una porción muy significativa de los nuevos hogares). Tras setenta años de apoyo a la compra de vivienda, el parque público en alquiler es irrelevante. Es sabido, y así lo recomienda Naciones Unidas, que para aliviar el problema al menos un 15% de los hogares deben poder tener acceso a una vivienda en alquiler a precios asequibles para su capacidad de renta. Durante la segunda mitad del siglo pasado en España se construyeron con recursos públicos (suelo, dinero…) en torno a siete millones de viviendas en venta que han terminado en el mercado libre. Si el modo de cesión hubiera sido mayoritariamente en renta, actualmente existiría una oferta en alquiler con precios regulados capaz de atender a más del 20% de los hogares. El reto es conseguir un cambio de paradigma, ir hacia un modelo de sistema residencial que sea capaz de generar una oferta suficiente de vivienda asequible, que considere el alquiler como un servicio para dar respuesta eficaz al derecho a disfrutar -no necesariamente comprar- de una vivienda adecuada. Una oferta con la flexibilidad que exigen las nuevas dinámicas sociodemográficas, los cambios en las relaciones laborales o los efectos de las innovaciones tecnológicas en la relación domicilio-trabajo. No hay soluciones mágicas ni simples, el camino será largo y tortuoso y no se recorrerá sin un pacto de estado que lleve a actuar en la misma dirección a todas las administraciones, con la colaboración imprescindible de los agentes económicos y de las poco aprovechadas entidades del Tercer Sector. Hay que incrementar la inversión pública en vivienda, hasta situarla al menos en la media de los países europeos, y dedicarla prioritariamente durante decenios a incrementar la oferta de alquiler asequible. Para generar la oferta necesaria harán falta también cambios normativos y de gestión en el suelo y en el urbanismo, especialmente dirigidos a preservar los patrimonios públicos y ceder suelos en derechos de superficie, eliminar rigideces innecesarias y facilitar la adecuación de los usos del suelo y de las edificaciones existentes. La regulación legal de los alquileres debe aportar seguridad jurídica a arrendadores e inquilinos. Los alquileres con precio asequible han de conseguirse mediante acuerdos de colaboración público-privada. Pretender controlar administrativamente el mercado libre y cargar sobre los propietarios la responsabilidad que corresponde a los poderes públicos, no sólo es un intento vano sino que tiene efectos contrarios a los que se persigue. Hay que buscar la colaboración y no la confrontación con los arrendadores, en su inmensa mayor parte “pequeños tenedores”. La generación de la oferta necesaria exigirá puntualmente nueva construcción, pero primero deberían centrase los esfuerzos en optimizar la utilización del parque actual. No se puede seguir ignorando que al menos tres cuartas partes de las viviendas existentes necesitan mejorar sus condiciones de confort y de eficiencia energética y que una porción significativa -por falta de actualización o por inseguridad- no se utilizan como residencia.

En la semana del Día Mundial del Sinhogarismo, nosotros también reivindicamos el papel de organizaciones como Hogar Si. Por ello, en nuestra propuesta “Una Política de Vivienda Realista”, proponemos aprobar una serie de medidas que faciliten y garanticen su actividad; una regulación más precisa sobre su labor que perfile su función semipública y medidas fiscales para evitar costes fiscales operativos excesivos.

“Me entusiasma la posibilidad de buscar soluciones a problemáticas que nos afectan a todos”

Judith Rodríguez, Gestora económica en Asociación Provivienda

Antes de meternos en harina… ¿Quién es Judith Rodríguez?

Soy una apasionada de la economía, especialmente en su vertiente social. Estudié Economía y actualmente curso un máster en Análisis Económico, ya que me motiva contribuir a proyectos que generen un impacto positivo en nuestra sociedad.

Me entusiasma la posibilidad de buscar soluciones a problemáticas que nos afectan a todos, así como explorar opciones viables para llevar a cabo propuestas que impulsen mejoras concretas.

¿Cómo llegaste a Provivienda?

Tal como mencionaba, me gusta poder contribuir, y buscando formas de hacerlo, encontré Provivienda, donde ayudamos a personas especialmente aquellas en situación de mayor dificultad, a disfrutar del derecho a una vivienda en igualdad de condiciones.

¿Qué hacéis desde esta organización?

En Provivienda trabajamos para transformar el sistema de provisión de vivienda, poniendo en el centro a las personas y la garantía de su derecho a una vivienda digna y adecuada. Impulsamos la transformación del actual modelo de ciudad individualista hacia un auténtico modelo de comunidad, proponiendo una alternativa ética a los modelos especulativos y mercantilizados de provisión de vivienda.

El acceso a la vivienda es uno de los problemas principales del país y es difícil dar con la solución mágica. ¿Qué estamos haciendo mal?

No escuchar que necesita la sociedad. El gran problema radica principalmente en la escasa oferta de vivienda frente a una creciente demanda, lo que provoca un aumento en el precio de la vivienda y, consecuentemente, dificulta el acceso a la compra, elevando también el precio del alquiler.

Partiendo de la base de que la vivienda es un derecho fundamental, que el Estado debería promover las condiciones necesarias y establecer las normas pertinentes para cubrir esta necesidad. Sin embargo, durante muchos años, los esfuerzos por aumentar el parque de vivienda pública han sido insuficientes; de hecho, ridículos si los comparamos con el resto de la Unión Europea. Ponerse al día requiere de una gran financiación por parte del Estado, algo casi imposible dada la actual situación económica de España.

Dicho esto, una de las pocas alternativas viables es centrarse en el otro segmento de la oferta de vivienda: los pequeños propietarios. Es fundamental la colaboración público-privada. Esto empieza por escuchar a la otra parte de la ecuación, entender qué necesitan y cuáles son sus preocupaciones, con el objetivo de aumentar la oferta y, de esta manera, lograr que los precios se estabilicen.

¿Qué tres propuestas pondrías sobre la mesa de manera urgente?

Las tres propuestas que destacaría están enfocadas en la modalidad de alquiler, principalmente porque ofrecen una solución más rápida y con menos barreras de entrada que el acceso a la compra de una vivienda.

Dicho esto, considero fundamental: en primer lugar, proporcionar seguridad jurídica a los propietarios, garantizando que sus derechos e intereses estarán protegidos. Esto no debe descuidar los intereses y la seguridad de los inquilinos, ya que ambos aspectos son perfectamente compatibles.

En segundo lugar, es fundamental promover la rehabilitación tanto de viviendas particulares como de edificios inutilizados, además de adaptar oficinas y locales comerciales para su uso habitacional. Dado que la falta de financiación hace inviable que se asuma por parte del Gobierno, la colaboración público-privada es imprescindible. Esta cooperación, por una parte, facilitaría a los propietarios sin recursos a participar, y por la otra, ofrecería a las partes privadas ciertos beneficios que incentiven su colaboración.

Por último, hacer hincapié en incentivar a los propietarios para que participen en programas de alquiler asequible, mediante beneficios que no requieran una alta financiación por parte del Estado. Un ejemplo de esto serían los incentivos fiscales y el acompañamiento durante toda la vigencia del contrato, actuando como una figura mediadora entre ambas partes para brindar mayor seguridad.

La política de vivienda también es una prioridad también para la Unión Europea. ¿Cómo puede esto ayudar a España?

Afortunadamente, que la vivienda sea una prioridad para la Unión Europea representa una ventaja para España, ya que puede ayudarnos a afrontar más fácilmente los retos planteados. Gracias a los fondos europeos, se incrementarán los recursos destinados a la vivienda, que, si se utilizan de manera eficiente, nos permitirán avanzar por el camino correcto. Por ejemplo, estos fondos podrían destinarse a programas de alquiler asequible.

Tú eres voluntaria en España Mejor. ¿Qué te motivó a contribuir con nosotros?

Me motivó las ganas que se transmitían de querer cambiar aquello que no estaba funcionando, a través de nuevas propuestas de políticas públicas incluyendo la participación ciudadana, un aspecto que hemos ido perdiendo a lo largo de los años. También me llamó mucho la atención la forma de trabajar, que se realiza de manera eficiente, sin rodeos y al lío. Por lo tanto, no dudé en aportar mi granito de arena y sumarme a esta ambiciosa iniciativa para lograr un cambio en nuestro país.

Por último, si tuvieras enfrente al presidente del gobierno, ¿qué le pedirías?

Le pediría que, para que una sociedad prospere, necesitamos compromiso, seriedad y eficiencia. Es fundamental escuchar lo que necesita el cuidado y cuáles son sus preocupaciones, y actuar en consecuencia. Muchos de los cambios necesarios en nuestra sociedad no requieren medidas complicadas o enrevesadas, sino más bien trabajo y voluntad para solucionarlos. Un claro ejemplo de ello es nuestra propuesta de vivienda realista.

La vivienda es temazo y seguiremos hablando de ello pero también delCódigo Ético del Gobierno, que estamos llevando a todas las instituciones,empresarios y ciudadanos del país.

 EN ARAGÓN Y ANDALUCÍA

Aragón y Andalucía han sido las paradas del mes de septiembre y octubre. En Zaragoza, el director general de Relaciones Institucionales, Acción Exterior y Transparencia, Miguel Ángel Lafuente, recibió a España Mejor y destacó el esfuerzo en transparencia que está realizando el Gobierno autonómico. En la capital aragonesa, también tuvimos la oportunidad de compartir el Código tanto con ciudadanos como con la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón y la Asociación de Empresa Familiar. En la capital andaluza, el Presidente del Pleno del Ayuntamiento de Sevilla, Manuel Ales del Pueyo, acogió muy positivamente el Código y se comprometió a revisar la normativa actual del gobierno local. Y caluroso fue el recibimiento por parte de los ciudadanos que se dieron cita en el Club de Debate Melchor de Jovellanos.

Y si quieres que te contemos el Código en primera persona…¡Escríbenos! hola@esmejor.eu

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